Con el objetivo de fortalecer huesos y dientes, se toma demasiada leche y derivados lácteos; un exceso que puede derivar en osteoporosis, como ocurre en la población nórdica.
“Tomando más leche y derivados lácteos no fortalecemos los huesos”, afirma Adriana Ortemberg, naturópata y autora de libros sobre alimentación y salud. “El exceso provoca un desequilibrio, como ocurre en la población nórdica, que tiene niveles altos de osteoporosis, y está comprobado que es por este motivo”.
Popularmente existe la creencia de que hay que tomar un vaso de leche por la mañana, otro por la tarde, más quesos y yogures también a lo largo del día. “Es demasiado, a pesar de que es difícil valorar cuál sería la proporción correcta ya que todo depende del cuerpo de cada persona y de la alimentación que haga en general”.
La revista inglesa Time indica que los adultos necesitan unos mil miligramos al día, “para fortalecer los huesos, tener los dientes sanos y para que los músculos, las células y los nervios funcionen correctamente”.
Ortemberg comenta que también hay patologías que no regulan bien el calcio, lo que puede hacer que el organismo fabrique por exceso, y en consecuencia aparezcan “procesos tumorales”. Ahora bien, estos casos son patológicos.
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